miércoles, 21 de agosto de 2013
¿Qué impacto tienen los cultivos genéticamente modificados en la sociedad?
Es difícil decir a ciencia cierta cuáles son los diferentes impactos ocasionados por los transgénicos. Existe un gran vacío científico de estudios dedicados a investigar los impactos de estos alimentos.
Sin embargo, se sabe de algunos riesgos que podrían ocasionar. Por ejemplo
EN MATERIA AMBIENTAL, existe el riesgo de la invasión de organismos con una capacidad de mutar completamente desconocida. Así, los cultivos de plantas transgénicas pueden servir de conducto por el cual esos nuevos genes resistentes a un plaguicida, pasen a especies silvestres emparentadas que entonces se convertirían en supermalezas.
RIESGOS A LA SALUD HUMANA. Muchos de los genes que están siendo introducidos a diferentes alimentos nunca antes habían estado presentes en la alimentación humana. Hay indicios que son capaces de generar reacciones alérgicas y hasta de causar cáncer.
RIESGOS ECONÓMICOS. El rápido y creciente proceso de cambio de la agricultura convencional a la agricultura transgénica dejaría a los pequeños y medianos productores y a los agricultores a merced de los productos de algunas pocas transnacionales que, amparadas en el marco legal de los derechos de propiedad intelectual se convertirían en los amos y señores los alimentos.
RIESGOS SOCIALES. El uso de la ingeniería transgénica podría reducir el empleo. Es decir, puede aumentar la producción desmedida del producto y por consiguiente la caída de los precios y del empleo. Hay proyecciones que unos 100 mil trabajadores en los países en desarrollo podrían perder su empleo cuando los productos que se exportan sean sustituidos por unos de laboratorios más baratos.
Es necesario entonces tener políticas más rigurosas a la hora de introducir cualquier tipo de producto alimenticio elaborado con algún transgénico. Así podremos asegurar nuestra salud, nuestra economía y los productos naturales trabajados con tanta sapiencia por nuestros antepasados.
El mundo se encuentra dividido frente al tema de los organismos genéticamente modificados (OGM). Algunos piensan que consumirlos podría significar un serio riesgo a la salud y que estos todavía son desconocidos. Otros sostienen que son la salvación para el problema del hambre en el mundo. Lo cierto es que en este momento hay un camino muy largo por recorrer para saber cual de las dos posiciones es la cierta.
Estados Unidos y la Unión Europea mantienen posiciones diametralmente opuestas. El primero, desde hace tiempo incentiva los cultivos y su comercialización de los cultivos genéticamente modificados, la Unión Europea los rechaza exigiendo mayor control para estos alimentos.
Varios países del mundo siguen los pasos de las exigencias europeas. Ni siquiera países sumidos en la miseria y la hambruna han aceptado estos alimentos GM. China es un ejemplo de ello. Siendo uno de los mayores productores agrícolas del mundo, invirtió miles de millones de dólares en cultivos GM. Sin embargo, el año pasado rechazó importaciones y nuevas inversiones en semillas modificadas genéticamente. El mismo año, durante el mes de octubre, Zambia rechazaba 18.00 toneladas de maíz de Estados Unidos, seguidamente India en noviembre, congelaba las donaciones de maíz y soya provenientes de Estados Unidos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario